miércoles, 24 de octubre de 2007
Novedades..
Novedades
Sobre el embarazo se ha hablado y escrito mucho. Hay cosas que intuíamos y que la medicina, en los últimos años, ha demostrado –por ejemplo, que los fetos tienen memoria– y otras que han revolucionado el curso normal de nuestras gestaciones. “Ya hemos visto la carita de Pablo. Con la ecografía en cuatro dimensiones resulta increíble, ¡hasta hemos podido dilucidar que va a sacar la nariz de Álex!”, afirma la modelo Martina Klein, que ha vivido con su embarazo uno de los últimos avances: el de las nuevas ecografías que permiten ver el feto con todo detalle. Éste y otros descubrimientos van a cambiarnos la espera.
1. Ya puedes ver a quién se parece antes de nacer.
Gracias a la ecografía 6-Eco 4D, disponible en algunos centros, verás a tu bebé moverse, enfadarse y hasta los rasgos de su cara. Esta técnica se ideó para analizar la unción cerebral del feto, pero al permitir captar imágenes tridimensionales en movimiento, te da una idea de cómo es.
2. Los fetos tienen memoria.
Lo imaginábamos, pero han terminado por demostrarlo científicos del Hospital Universitario de Maastrich (Holanda): los fetos tienen la capacidad de memorizar sonidos. Así que, durante el embarazo, aprovecha para iniciarle en la música clásica y los idiomas, seguro que así de mayor los aprende con facilidad. Y otra cosa: el masaje potencia la inteligencia del bebé, antes y después de que nazca. Acariciarle le acercará a ti y le hará más sabio.
3. Puedes hacer a tu hijo más despierto si tomas aceite de oliva.
Los hijos de madres que han desayunado aceite de oliva en la gestación tienen más talla, mejor peso y reflejos más rápidos por ingerir vitamina E. Lo han demostrado en la Facultad de Ciencias Experimentales-CEU Madrid. Si ya estás pensando en quedarte embarazada, ¡cuida tu alimentación! Lo que comas en los cinco días después de quedarte encinta tiene un impacto decisivo en la salud y talla del bebé. Y a él puede librarle de una futura diabetes, según la Universidad de Southampton (Inglaterra).
Material extraido de : www.novarevista.com
martes, 9 de octubre de 2007
¿Cuáles son los síntomas del embarazo?
Para la mayoría de las mujeres la primera señal del embarazo es la desaparición de la regla. La ausencia de la menstruación puede tener varias causas pero si, además, la mujer nota el pecho hinchado o sensible y siente náuseas (especialmente por la mañana) es probable que esté embarazada.
¿Cómo se puede confirmar el embarazo?
* La forma más habitual de confirmar un embarazo es hacer una prueba de orina.
* Puede hacerse en casa con un test de embarazo que se adquiere en la farmacia.
* Su médico de cabecera también le puede prescribir la prueba del embarazo así como en el centro de planificación familiar.
¿Cuándo puede hacerse la prueba del embarazo?
Una mujer puede hacer la prueba del embarazo unos días después de que le falte la menstruación.
¿Cómo se puede calcular cuándo nacerá el bebé?
La concepción se produce hacia el momento de la ovulación, cuando el óvulo sale del ovario. La ovulación tiene lugar en la mitad del ciclo menstrual, hacia el día 14 (tomando como día 1 el primer día de la menstruación).
El inicio del embarazo se calcula desde el primer día de la última menstruación. Un embarazo normal durará 40 semanas en total y no es demasiado difícil calcular la fecha en la que probablemente la mujer dará a luz.
Si, por ejemplo, el primer día de la última menstruación fue el 1 de abril, sume una semana: 8 de abril. Luego sume nueve meses y averiguará la fecha del nacimiento; en este caso, sería el 8 de enero del año siguiente. Pero para que esta predicción sea exacta, la regla tiene que haberse presentado con una regularidad de unas cuatro semanas en las dos últimas menstruaciones.
¿Qué ocurre si se acaba de dejar la píldora?
Tras dejar de tomar la píldora anticonceptiva, la mujer puede tardar varios meses (de 1 a 6 meses) en restablecer sus ovulaciones y ciclos menstruales normales.
En estas circunstancias, si queda embarazada es difícil calcular la fecha del nacimiento del bebé de forma fiable y es más útil hacer una ecografía.
Una ecografía realizada en las 12 primeras semanas del embarazo dará la estimación más fiable y exacta del nacimiento del bebé a partir del tamaño del feto. Todos los hospitales con maternidad la realizarán como exploración de rutina a las mujeres embarazadas.
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Qué se debe comer durante el embarazo
¿Las mujeres embarazadas tienen que comer el doble?
Es una creencia muy extendida, del todo errónea y falsa. Lo cierto es que durante el embarazo una mujer debe observar una buena nutrición para dos personas, puesto que el bebé que crece obtiene todo su alimento de la madre a través del cordón umbilical. Si la madre tiene carencia de algunas vitaminas y nutrientes, su bebé también padecerá esa carencia.
Si una mujer ha tenido problemas para mantener su peso estable antes del embarazo, puede hacer un plan nutricional con la ayuda del su médico y/o de su matrona.
¿Cuánta energía necesita la mujer durante el embarazo?
* Una mujer que no está embarazada necesita aproximadamente 2.100 calorías diarias.
* Una mujer embarazada necesita aproximadamente 2.500 calorías diarias.
* Una mujer que da el pecho necesita aproximadamente 3.000 calorías diarias.
(En realidad, hablar de 'caloría' es inexacto, pues el término correcto es 'kilocaloría' (kcal), que equivale evidentemente a 1.000 calorías.)
¿Qué tipo de comida debe tomar la mujer embarazada?
Una dieta bien equilibrada ha de contener algo de todos los grupos básicos de alimentos: productos lácteos; frutas, vegetales, pescado, carne, huevos, grasas e hidratos de carbono. La mujer embarazada necesita comer algo de todos estos grupos de alimentos cada día para obtener las cantidades necesarias de energía. Aproximadamente, su dieta se debe componer de la siguiente manera, de forma ideal:
# Un 10% de las calorías debe provenir de las proteínas. Éstas se encuentran principalmente en la carne, el pescado, los huevos, los productos lácteos y las legumbres.
# Un 35% de las calorías debe provenir de las grasas. Se encuentran principalmente en la mantequilla, el aceite, la margarina, los productos lácteos y los frutos secos.
# Un 55% de las calorías debe provenir de los hidratos de carbono. Se encuentran en el pan, la pasta, las patatas, el arroz, el maíz y otros cereales.
¿Qué otras vitaminas y minerales son esenciales durante el embarazo?
Ácido fólico
Durante los tres primeros meses del embarazo (y preferiblemente antes de quedarse embarazada), la mujer necesita ácido fólico. El ácido fólico pertenece al grupo de vitaminas B, y también se conoce como vitamina B9.
# Es importante durante el embarazo, para la formación del sistema nervioso del bebé.
# El ácido fólico puede ayudar a prevenir defectos de la columna vertebral, como la espina bífida, y otras malformaciones congénitas como el paladar abierto o el labio leporino.
# Son buenas fuentes naturales de ácido fólico: la cebada, la fruta, las verduras verdes, el zumo de naranja, las lentejas, los guisantes y el arroz.
# Se recomienda que toda mujer embarazada tome diariamente 0,5 mg de suplemento de ácido fólico cada día, durante dos meses antes de la concepción y tres meses durante el embarazo.
# Si una mujer ha dado previamente a luz un hijo con un defecto en la columna vertebral, la dosis del suplemento ha de ser mayor: 5mg. por día. Debe hablar de este asunto con su médico de familia.
Hierro
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer necesita más hierro del que produce normalmente, pues precisa de mayor cantidad de sangre para transportar nutrientes a su hijo por medio de la placenta, y porque buena parte de ellos son utilizados por el propio hijo en su desarrollo.
* Son buenas fuentes de hierro las verduras como el brécol y las espinacas, las fresas, el muesli y el pan integral, así como los moluscos (almejas y mejillones) y las carnes.
* Se tiene que tener en cuenta que el hierro se absorbe más fácilmente si se toma junto con vitamina C, como suplemento o en forma de cítricos enteros o zumo de tales. El te y el café pueden interferir con la absorción de hierro por el intestino.
* A menudo se recomienda que todas las mujeres embarazadas tomen un suplemento de hierro cada día desde la vigésima semana del embarazo. Esto no es necesario si una mujer toma una buena alimentación, y un análisis de sangre rutinario muestra que no está anémica.
* Los suplementos de hierro pueden causar estreñimiento y no son inocuos cuando no son necesarios.
Cinc y calcio
Los minerales cinc ycalcio también son necesarios para el desarrollo del embrión. Sin embargo, normalmente se pueden obtener cinc y calcio suficientes siguiendo una dieta variada.
¿Qué comidas se deben evitar durante el embarazo?
Es importante evitar el exceso de vitamina A durante el embarazo, ya que puede causar daños en el embrión. Las comidas que contienen grandes cantidades de vitamina A se pueden tomar sólo de vez en cuando.
¿Cómo evitar el estreñimiento?
El estreñimiento durante el embarazo puede deberse a cambios hormonales que causan un menor movimiento de los intestinos, la dificultad en la movilidad intestinal causada por la presencia dentro del abdomen del futuro bebé y los tratamientos con hierro que en ocasiones se deben prescribir.
* Para evitar el estreñimiento, tome alimentos muy ricos en fibra como frutas (kiwis, ciruelas, etc.), verduras, pan o cereales integrales.
* Beber dos o tres litros de agua al día también ayudará a prevenir el estreñimiento al mantener las heces hidratadas.
* El ejercicio regular también ayudará al movimiento intestinal. Nadar o andar con paso enérgico (sin que se llegue a forzar la marcha) durante veinte o treinta minutos dos o tres veces por semana es un buen nivel de ejercicio.
¿Cuánto peso debe ganar una mujer durante el embarazo?
Se considera normal haber ganado de 10 a 12 kilos al final del embarazo.
Por razones prácticas, el embarazo se divide en tres periodos:
* Primer periodo: va desde la semana de gestación 0 a la 12, cuando es normal ganar de 1 a 2 kg.
* Segundo periodo: va desde la semana 12 hasta la 28, en el que es normal ganar de 300 a 400 gramos por semana.
* Tercer periodo: va desde la semana 28 a la 40; en este periodo es normal ganar de 1 a 3 kg al mes.
No es necesario obsesionarse con el peso durante el embarazo. Muchos tocólogos han dejado de pesar a las mujeres, excepto en su primera visita, porque la información no es relevante para detectar problemas con la madre o con el bebé.
No obstante, probablemente es mejor evitar un aumento excesivo de peso, ya que muchas mujeres querrán volver a la misma talla de ropa pocos meses después del parto, además de que la obesidad materna si se hace muy intensa, puede llegar causar complicaciones en el parto.
¿De dónde provienen los kilos de más?
* Peso del recién nacido: 3,5 kg
* Incremento peso del útero: 1kg
* Placenta: 0,5 kg
* Líquido amniótico: 1kg
* Incremento peso de los pechos: 0,5 kg
* Incremento de sangre materna: 1,5 kg
* Incremento del contenido graso materno: 2 kg
* Incremento del contenido de agua en la madre: 2 kg
* Total: 12 kg.
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Ejercicios durante el embarazo
¿Es seguro practicar ejercicio durante la gestación?
Por lo general, no es necesario que la embarazada limite el ejercicio, siempre y cuando no se fatigue en exceso ni realice actividades en las que puedan lesionarse ella o el feto.
Si bien los ginecólogos permiten que una mujer acostumbrada a realizar ejercicios aeróbicos antes del embarazo los continúe a lo largo de éste, no aconsejan que se intensifique el esfuerzo, ni que mujeres con hábito sedentario comiencen ahora una actividad aeróbica más allá de una buena caminata.
¿Cuáles son los beneficios del ejercicio durante el embarazo?
El realizar ejercicio durante el embarazo ayudará a la mujer a encontrarse más activa, con un cuerpo más flexible y en forma. El ejercicio facilitará a las embarazadas el no ganar más peso del recomendado, es decir unos diez o doce kilos. Además el realizar ejercicio regularmente sirve para luchar contra el estreñimiento característico del embarazo. Las articulaciones darán menos problemas en aquellas mujeres que practiquen algún deporte.
Sin embargo, quizás la idea más estimulante es el efecto del ejercicio continuo a la hora del parto. Se ha observado que las mujeres en buenas condiciones físicas, que realizan ejercicios aeróbicos o corren con regularidad, tienen partos de menor duración, sufren menor número de cesáreas, y presentan menor porcentaje de sufrimiento fetal durante el parto.
En contraposición, la permanencia en los programas de ejercicio aeróbico o de carrera conduce al nacimiento de bebés con menor peso, sobre todo a expensas de la parte grasa del recién nacido.
¿Qué tipo de ejercicio es conveniente durante el embarazo?
* La natación es un deporte suave y eficaz al mismo tiempo; en el supuesto de que la mujer no hubiese nadado con regularidad anteriormente, debe empezar nadando despacio, sólo durante diez minutos en las tres primeras sesiones; posteriormente, puede aumentar poco a poco el tiempo hasta llegar a veinte minutos, a un ritmo normal, dos o tres veces por semana. No conviene que la temperatura del agua esté demasiado caliente, entre 18 y 25º centígrados. Tampoco es aconsejable acudir a saunas ni a baños calientes.
* En el caso de que la embarazada opte por practicar ciclismo, no existe ningún inconveniente mientras no se eleve la frecuencia cardiaca materna de forma excesiva y mientras que a lo largo del embarazo no aparezca la denominada artropatía pélvica , producida a consecuencia de la relajación y movimiento de las articulaciones de la pelvis.
* Sin lugar a dudas, caminar a buen ritmo es una excelente alternativa para todas aquellas mujeres que han llevado una vida sedentaria previamente pero que durante el embarazo quieren mantenerse en forma sin demasiado esfuerzo.
¿Qué situaciones deben evitarse?
* Los deportes de contacto, los deportes violentos o aquellos que entrañan peligrosidad elevada no deben ser practicados durante el embarazo por el riesgo potencial de producir lesiones maternas y fetales.
* Asimismo la mujer embarazada deberá evitar situaciones en que tenga que realizar movimientos bruscos de flexión, saltos, extensión excesiva de las articulaciones o impactos corporales, así como los deportes que obliguen a la mujer a permanecer tumbada en el suelo, o aquellas situaciones que requieran mantener la respiración o que aumenten en exceso su temperatura corporal.
* No es conveniente que practique deporte en un lugar húmedo o caluroso, y por supuesto, tampoco debe realizar ningún deporte si en ese momento padece cualquier enfermedad que curse con fiebre, como puede ser la gripe.
No obstante, si usted practica un determinado deporte y tiene dudas de si es saludable o no para usted o su bebé consúltelo previamente con su tocólogo, quien le aconsejará en cualquier caso.
¿Qué precauciones deben tomar las embarazadas cuando hacen ejercicio?
Toda persona que esté realizando ejercicio necesita llevar sangre en mayor cantidad a todas las partes del organismo, y esto lo consigue aumentando la frecuencia cardiaca. La embarazada debe controlar su frecuencia cardiaca siempre que esté haciendo deporte, ya que taquicardias maternas por encima de 150 latidos por minuto pueden ser sucedidas de alteraciones en el ritmo cardiaco fetal, produciéndole una situación de estrés importante al no recibir suficiente sangre a través de la placenta. Un buen método para valorar la intensidad del ejercicio es que usted pueda hablar sin dificultad mientras lo realiza.
Para proteger las mamas durante el ejercicio es conveniente usar un sujetador adecuado.
Por otro lado, el ejercicio provoca una mayor sudoración, que la embarazada debe corregir ingiriendo suficiente líquido durante el ejercicio, evitando así la deshidratación.
Si en un momento determinado no se encuentra bien, debe interrumpir su actividad física y tumbarse en el suelo sobre su lado izquierdo hasta que comience a recuperarse.
¿Con qué frecuencia se puede practicar deporte?
En general, es recomendable practicar ejercicio al menos dos o tres veces por semana; asimismo es muy importante que la actividad física intensa y ocasional vaya seguida por periodos de largo descanso. De todas formas, una vez más, la frecuencia va a venir dada en relación con la práctica previa de ejercicio.
En resumen: el ejercicio durante un embarazo normal es beneficioso mientras se practique de manera razonable, controlando la frecuencia cardiaca materna, ingiriendo abundantes líquidos, y teniendo en cuenta que ante signos tales como hemorragia genital (de cantidad similar a una regla), dolor abdominal, sensación de vértigo, cefalea o malestar general, debe suspenderse inmediatamente y acudir al médico, quien aconsejará sobre los beneficios y los riegos de dicha actividad.
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Embarazo y tabaquismo
¿Por qué es peligroso fumar durante el embarazo?
Al feto le llega todo lo que la madre toma. Obtiene el oxígeno y los nutrientes necesarios a través de la placenta y el cordón umbilical. Si la madre fuma, el feto estará expuesto a las toxinas (sustancias venenosas) presentes en el humo del tabaco.
Durante el embarazo, la mujer gestante está creando una nueva vida y es ella quien acaba decidiendo si fuma o deja el tabaco. Sin embargo, tiene que pensar muy seriamente que esa decisión no sólo le afecta a ella y a quienes le rodean, sino que puede comprometer gravemente la salud de su futuro hijo que depende por completo de lo que la madre haga. El primer fumador pasivo es su propio hijo.
El embarazo o el deseo de quedarse embarazada es una excelente ocasión para dejar de fumar, tanto por el bien de la madre como por la salud del futuro hijo.
¿Qué cambios produce el tabaco en el organismo?
Al fumar, parte del oxígeno de la sangre es reemplazado por monóxido de carbono. Si la futura madre continúa fumando, su sangre y la del feto tendrán un nivel de oxígeno por debajo del normal.
Las partículas del humo del tabaco contienen diversas sustancias tóxicas que modifican la capacidad de la sangre para realizar su función de una manera adecuada y normal. Esto puede afectar a la placenta, por la que se alimenta su futuro hijo.
¿Qué daños puede causar al feto el tabaco?
Los recién nacidos de madres fumadoras:
* Tienen más probabilidades de nacer prematuramente y con bajo peso. Ello implica mayor riesgo de complicaciones futuras y de estancias hospitalarias.
* Suelen pesar una media de 200 grs. por debajo de la media de los hijos de madres no fumadoras con similares características.
* Corren el doble de riesgo de sufrir muerte súbita del lactante. Parece existir una relación directa entre los casos de muerte súbita y el tabaquismo de los padres (tanto del padre como de la madre). Las sustancias tóxicas que contiene el tabaco, además de encontrarse en el aire que podemos respirar, nos acompañan en las ropas, nuestras manos o en el aire que desprendemos con nuestra respiración.
* Enferman más a menudo que los niños con padres no fumadores. Acuden al médico y tienen que ser hospitalizados con mayor frecuencia que los hijos de padres no fumadores. Ello implica también un mayor número de días perdidos de escolarización.
* En sus primeros años de vida sufren más enfermedades como inflamaciones del oído medio, tos persistente y bronquitis. El número de hijos asmáticos es superior entre los padres fumadores.
* Tienen más probabilidades de convertirse en fumadores de adultos. Tenga en cuenta que los niños desde muy pequeños son los mejores imitadores que existen de la conducta de los adultos.
Por otra parte, las embarazadas que fuman aumentan el riesgo de perder el hijo. En las últimas fases de la gestación, las embarazadas que fuman tienen un mayor riesgo de sufrir desprendimiento de la placenta. Esto puede provocar el parto prematuro, la asfixia del feto por falta de oxígeno e incluso su muerte dentro del útero.
Ello implica un aumento del riesgo de complicaciones durante el parto y el embarazo tanto para la madre como para su futuro hijo.
¿Cómo dejar el tabaco?
Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar. La vida se alarga con cada cigarrillo no fumado. Cada cigarrillo suprimido supone una ayuda para el feto. El daño causado por el tabaco puede recuperarse, siempre y cuando no sea excesivamente tarde.
En la actualidad no se recomiendan las terapias de sustitución de la nicotina (TSN) con chicles y parches en mujeres embarazadas. Sin embargo, la Agencia Norteamericana de Política e Investigación Sanitaria apoya el empleo de las TSN durante el embarazo en casos de fumadoras que se sienten incapaces de abandonar el hábito. Se está pendiente de tener resultados concluyentes.
La experiencia contrastada demuestra que los consejos impartidos por personal sanitario especializado logran duplicar el abandono del tabaco por mujeres embarazadas.
Abandonar el tabaco es la medida más importante que una madre puede tomar por su salud y la de su futuro hijo. Las mujeres embarazadas pueden obtener apoyo y ayuda para dejar de fumar a través de la matrona, ginecólogo o su médico de familia.
Piense sólo en el día concreto: "Hoy no vamos a fumar ni yo mi futuro hijo". Recuerde que el abandono del tabaquismo implica obligadamente no sólo el hecho de no fumar, sino también el evitar rodearse de fumadores o permanecer en ambientes cerrados donde se fume. Haga valer sus derechos y los de su futuro hijo.
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Fuente:http://www.netdoctor.es
lunes, 8 de octubre de 2007
Parto sin dolor.
El trabajo de parto inevitablemente significa dolor, sin embargo, existen técnicas y medicamentos que pueden hacer que la mujer controle su trabajo de parto y pre-parto con el mínimo dolor posible.
Esta sensación es descrita, según muchas mujeres, como semejante a los dolores menstruales severos, pero que pueden hacerse insoportables hacia el final del pre-parto.
Aunque existen diversas teorías respecto de si se debe sentir dolor o no, lo cierto es que en Chile casi el 90% de las mujeres utiliza anestesia local para enfrentar el parto.
Algunas prefieren la sensación de adormecimiento que provoca la anestesia local, mientras a otras esa falta de dolor les produce falta de control.
Cada mujer tiene su propio límite para tolerar el dolor y es por esta razón que las dosis de anestesia que se utilizan varían en cada paciente.
Más aún, no es raro que una misma paciente tenga requerimientos anestésicos distintos para cada parto.
Es el caso de Magdalena Pizarro, quien pidió mucha anestesia para su primer hijo, y poco para el segundo. “En mi primer parto no vi nada, estaba muy adormecida, en cambio en el segundo pedí más tarde la anestesia, lo que me hizo estar mucho más en control”.
Según el anestesiólogo de la Clínica Alemana, doctor Rodolfo González, “esto se debe a que el umbral del dolor es diferente en cada mujer, y que incluso en una misma persona puede haber diferencias dado que existen diversos factores como susto, ansiedad, motivación, experiencia anterior, problemas en la relación de pareja, etc. Por todo esto lo habitual es comenzar la analgesia con una dosis estándar baja y al cabo de algunos minutos evaluarla, para hacer los cambios que pudieran necesitarse”.
La epidural
La analgesia durante el parto puede ofrecer el alivio completo del dolor a través de la anestesia epidural y la raquídea.
Este tipo de anestesia evita que el dolor se irradie desde el útero, produciendo bloqueos nerviosos en la médula.
Una epidural bien aplicada elimina todas las sensaciones, desde la cintura hasta las rodillas, pero permite permanecer consciente. La mayoría de las cesáreas utilizan esta anestesia en vez de anestesia general, para que las madres puedan vivenciar el proceso del nacimiento.
El procedimiento de la administración de la anestesia debe realizarse por el médico especialista -anestesiólogo- en condiciones de asepsia o esterilización.
El doctor González explica que “la paciente se pone de lado en posición fetal, se esteriliza la zona baja de la espalda, luego y con agujas muy delgadas, se pone anestesia en la piel para introducir un trocar, aguja gruesa hueca con la punta curva que permite que por dentro se inserte un catéter -pequeña manguera- en el espacio epidural, que nos permitirá administrar las dosis necesarias a posteriori sin más punciones ni molestias para la paciente”.
Una dosis para cada mujer
Las dosis de cualquier medicamento que se utilice para calmar el dolor van variando conforme avanza el trabajo de parto, ya que las estructuras comprometidas en la génesis del dolor van cambiando.
Según el doctor González, “en el comienzo se pone una cantidad muy pequeña de anestésico local para no producir relajación muscular del piso pelviano, ya que podría alterar los movimientos naturales del niño al acomodarse, más un derivado morfínico que son potentes analgésicos que no producen bloqueo muscular. Por esta razón, la paciente puede incluso caminar por el área de pre-parto sin tener dolor alguno y, al mismo tiempo, no interferir con el mecanismo del parto”. El doctor González asegura que el paso de anestesia al niño es mínimo, lo que se comprueba analizando muestras de cordón umbilical.
Efectos colaterales
Algunas mujeres experimentan molestias con la anestesia. El doctor González explica que esto se debe a que la colocación del catéter es a ciegas y puede toparse una raíz nerviosa, lo que produce una corriente similar a cuando se golpea el codo y llega hasta la mano.
En este caso la pequeña corriente va a una de las piernas. Otras veces se presentan nauseas y prurito o picazón. Estos son efectos colaterales que se dan sólo en algunas pacientes, pero son síntomas que pasan una vez terminado el parto.
Hoy en día la anestesia es una especialidad médica bastante segura y probablemente una de las más beneficiadas con los avances tecnológicos.
El doctor González recalca que “en anestesia obstétrica hemos tenido avances significativos en cuanto a nuevos anestésicos locales y a nuevos equipos, lo que hace que las posibles complicaciones sean aún menores”.
viernes, 5 de octubre de 2007
Parto prematuro
El Parto Prematuro
El parto prematuro es el parto que tiene lugar antes de las 37 semanas de gestación. (La mayoría de los embarazos dura de 38 a 42 semanas, y la fecha del parto normal es 40 semanas después del primer día de su último período menstrual). El parto prematuro puede ocurrirle a cualquier mujer. Sólo aproximadamente la mitad de las mujeres que tienen un parto prematuro pertenece a un grupo de riesgo conocido. Cerca del 12 por ciento de los nacimientos en los Estados Unidos (1 de cada 8) son prematuros. Los bebés prematuros tienen un riesgo mayor de necesitar hospitalización, tener problemas de salud a largo plazo y morir, comparado con los bebés nacidos a término.
Qué puede hacer usted:
Llame a su médico o vaya al hospital de inmediato si cree que está por tener un parto prematuro. Algunas de las señales del parto prematuro son:
- Contracciones que hacen que su barriga se endurezca mucho cada 10 minutos o con más frecuencia
- Cambio en el color de su flujo vaginal, o sangrado de la vagina
- La sensación de que su bebé está empujando hacia abajo. A esto se le llama presión pélvica.
- Dolor débil en la parte baja de la espalda
- Cólicos como si tuviera la regla o el período
- Dolor de barriga con o sin diarrea
Su proveedor de cuidados de la salud puede indicarle que:
- Vaya a su consultorio o al hospital
- Beba 2 o 3 vasos de agua o jugo (no tome café ni gaseosa)
- Deje de hacer lo que estaba haciendo y descanse recostada sobre su lado izquierdo por una hora
Si los síntomas empeoran o no desaparecen después de una hora, llame nuevamente a su médico o vaya al hospital. Si los síntomas desaparecen, descanse el resto del día. Si los síntomas se detienen pero regresan, llame a su médico nuevamente o vaya al hospital.
No es necesario que tenga todos estos síntomas para tener un parto prematuro. Actúe aunque sólo tenga uno de ellos.
¿Qué es el parto prematuro?
Se considera parto prematuro a todo nacimiento que tiene lugar antes de las 37 semanas de gestación. En los Estados Unidos es una causa de mortalidad infantil y de enfermedades crónicas de muchos bebés. Todas las mujeres embarazadas necesitan estar bien informadas sobre el parto prematuro y saber por qué ocurre y qué pueden hacer para prevenirlo.
El nacimiento prematuro se produce en el 11 por ciento de todos los embarazos en los Estados Unidos, a menudo por razones no conocidas. Un embarazo normal dura aproximadamente 40 semanas. Esa cantidad de tiempo significa que el bebé tiene las máximas probabilidades de nacer sano. Los embarazos que terminan entre las semanas 20 y 37 de gestación se consideran prematuros y todos los bebés prematuros tienen un riesgo significativo de sufrir problemas de salud.
Es posible que haya leído en los diarios sobre bebés que nacen mucho tiempo antes de término y que gozan de buena salud, pero es importante que sepa que son casos excepcionales. Los bebés que nacen antes de término tienen un riesgo muy alto de sufrir problemas cerebrales y otros problemas neurológicos, respiratorios y digestivos, e incluso de morir durante los primeros días de vida. Lamentablemente, también corren el riesgo de sufrir un retraso en su desarrollo y tener problemas de aprendizaje en la escuela, lo que demuestra que los efectos del nacimiento prematuro pueden ser devastadores durante toda la vida del niño. Cuanto más tiempo antes de término nazca el bebé, más problemas es probable que tenga.
¿Por qué se produce el parto prematuro?
No estamos realmente seguros. Existen muchas teorías, pero ninguna se ha comprobado. Es posible que el estrés tenga algo que ver en algunos casos, así como los antecedentes de salud personales o infecciones o ciertas actividades realizadas durante el embarazo, como fumar o consumir drogas.
¿Quiénes corren el riesgo de tener un parto prematuro?
Todas las mujeres embarazadas corren el riesgo. Actualmente, sólo podemos predecir aproximadamente el 50 por ciento de los partos prematuros antes de las 37 semanas de gestación. Por esta razón, es muy importante que todas las mujeres embarazadas conozcan los factores de riesgo, los síntomas de parto prematuro y qué hacer si sospechan que pueden estar teniendo un parto prematuro.
Se ha comprobado que las mujeres que tienen el riesgo más alto de tener un parto prematuro son aquellas que:
- Ya han tenido un parto o bebé prematuro
- Están embarazadas de mellizos o más bebés
- Han tenido más de tres abortos o abortos espontáneos
- Sufren mucho estrés durante el embarazo
- Sufren maltrato físico, sexual o emocional
- Fuman cigarrillos
- Beben alcohol
- Consumen drogas ilegales
- Tienen menos de 17 años o más de 35
- Tienen una infección en el tracto vaginal o las vías urinarias no tratada durante el embarazo
- No aumentan suficiente peso durante el embarazo, especialmente aquellas que empiezan el embarazo con un peso normal o bajo peso
- Tienen anormalidades uterinas, del cuello uterino o de la placenta
- Tienen complicaciones del embarazo, como sangrado o alta presión arterial
Recuerde que muchas mujeres que no presentan ninguno de estos factores de riesgo también tienen partos prematuros. Así que, ¡continúe leyendo!
Cómo prevenir el parto prematuro
Puede ayudar a prevenir el parto prematuro tomando conciencia de sus síntomas y siguiendo algunas instrucciones sencillas. La clave para prevenir un nacimiento prematuro es buscar ayuda médica de inmediato si tiene cualquiera de las señales del parto prematuro.
Algunos medicamentos pueden retrasar el parto si se los toma a tiempo. Los medicamentos llamados glucocorticoides, si se los administra 24 horas antes del parto, pueden ayudar a acelerar la madurez de los pulmones y del cerebro del niño, y, de esta manera, reducir algunos de los problemas de salud más graves que suelen afectar a los bebés prematuros. Estos medicamentos sólo funcionan si la mujer recibe atención médica rápidamente, por lo que es esencial saber identificar los síntomas.
Señales del parto prematuro
Recuerde que el parto prematuro es todo parto que tiene lugar entre las semanas 20 y 37 de embarazo. Estas son las señales:
- Contracciones que hacen que su barriga se endurezca mucho cada 10 minutos o con más frecuencia
- Cambio en el color de su flujo vaginal, o sangrado de la vagina
- La sensación de que su bebé está empujando hacia abajo. A esto se le llama presión pélvica.
- Dolor débil en la parte baja de la espalda
- Cólicos como si tuviera la regla o el período
- Dolor de barriga con o sin diarrea
Si comienza a tener cualquiera de estos síntomas entre las semanas 20 y 37 de gestación, siga las instrucciones de la siguiente sección "Qué hacer si tiene síntomas de parto prematuro".
No deje que nadie le diga que estos síntomas son "malestares normales del embarazo". Si tiene cualquiera de estos síntomas (no es necesario que los tenga todos) antes de las 37 semanas de gestación, debe hacer algo al respecto.
Qué hacer si tiene síntomas de parto prematuro
Llame a su médico o vaya al hospital de inmediato si cree que va a tener un parto prematuro. Su médico puede indicarle que:
- Vaya a su consultorio o al hospital para un chequeo
- Beba 2 o 3 vasos de agua o jugo (no tome café ni refresco)
- Deje lo que estuviera haciendo y descanse recostada sobre el lado izquierdo durante una hora
Si los síntomas empeoran o no desaparecen después de una hora, llame a su médico nuevamente o vaya al hospital. Si los síntomas desaparecen, descanse el resto del día. Si los síntomas se detienen pero regresan, llame a su médico nuevamente o vaya al hospital.
Cuando llame a su médico, asegúrese de decirle a la persona que la atiende que cree que está teniendo un parto prematuro. La única manera en que su médico puede saber si está por tener un parto prematuro es haciéndole un examen interno del cuello uterino. Si el cuello se está dilatando, es posible que esté comenzando el parto prematuro.
Usted y su médico forman un equipo y trabajan juntos para que usted tenga un embarazo sano y un bebé sano. Todo equipo funciona mejor cuando todos sus miembros participan, por lo que estar bien informada sobre el parto prematuro puede ser esencial para ayudarle a prevenirlo. Hable con su médico sobre esto y asegúrese de asistir a todas sus citas de cuidados prenatales. El parto prematuro es una de las complicaciones del embarazo que los médicos están luchando por erradicar. Su participación en esta lucha es tan importante como la de ellos.
martes, 2 de octubre de 2007
Parto en el agua.
¿Por qué parto en agua?
Desde que supe de esta posibilidad me llamó al atención. Esto fue antes de que estuviera embarazada, pero la verdad es que nunca pensé que así sería mi parto. Sabía que era en agua tibia, sin anestesia sin anestesia y que eso ayudaba a relajar, además de que el bebé al salir pasaba de un líquido a otro y de alguna forma era menos traumática su llegada al mundo. Otra cosa que me agradó es que con este método todo es de forma natural, se usa lo menos posible de medicamentos y en cuanto sale el bebé te lo entregan para que lo cargues, además el papá corta el cordón y es un gran apoyo porque puede estar en el mismo lugar que uno (la tina) sirviendo de respaldo emocional y físico. El hecho de estar en el mismo espacio los dos, listos para recibir a un bebé creo que es lo que más me gustó cuando investigué acerca del parto en agua.
Desde un principio pensé en esta opción y mientras más investigaba más me convencía de que era lo mejor para los tres. También había leído que gracias a que uno está más relajada en el agua, la incidencia de desgarres, y por lo tanto de episiotomías, disminuía considerablemente, y pues a quién no le aterra pensar en suturas y esas cosas, solo de imaginar que tardaría más de veinte días con puntos y que tendría que ir después a que me los sacaran ya me ponía nerviosa.
Creo que vi demasiadas ventajas en comparación a un parto en quirófano, además cabe recordar que los hospitales me provocan cierto estado de ánimo que no es conveniente para tener un hijo ya que a los 7 años tuve dos experiencias que de alguna forma me dejaron un feo recuerdo, las luces sin regular, el olor a medicamentos, el traje azul, las camillas, los sueros, las enfermeras tan ensimismadas y poco empáticas, en fin, creo que son suficientes razones.
¿Cómo fue tu parto en agua?
Fue como lo había imaginado. Llegaron las contracciones y nos fuimos al hospital. Subí las escaleras acompañada de mi novio y ya estaba esperándome ahí mi instructora. Luego pasamos a un cuarto en donde me quité la ropa y me puse la bata del hospital, ahí fue cuando noté que el tapón mucoso comenzaba a salir, esto es un líquido rosa, señal de que ya es trabajo de parto.
Es cierto, el dolor se intensificaba, era una especie de presión en el vientre. El doctor llegó, me checó, me dijo que ya tenía 7 cms. de dilatación, momento para pasar ya a la sala LPR (labor, parto y recuperación) ahí me aconsejó darme un baño con agua caliente, mi novio y yo entramos a la regadera (es un decir, la verdad es que él estaba afuerita pero a lado mío), momentos antes se me había roto ya la fuente, creo que ese fue el instante en el que más nerviosa estuve porque la sensación es de que no puedes controlar nada, intenso, crees que se va a salir el bebé también, pero no es así, de modo que cuando entré a la bañera disminuyó mucho la tensión, no sé cuánto tiempo estuve con el chorro de agua hirviendo sobre mi espalda.
Al salir, hubo un punto en el que sentí que no iba a poder con un dolor más fuerte así que pedí anestesia pero el doctor me dijo que para la dilatación que tenía ya no iba a haber dolores más fuertes. Y fue cierto. En seguida comencé a sentir ganas de pujar y fue cuando nos metimos a la tina, mi novio estaba detrás de mi sosteniéndome por la cadera, de manera que yo pudiera recaragarme en su espalda y “flotar” en el agua.
Poco a poco comencé a pujar y así fue como la cabeza de Sara pudo verse, el doctor dijo mira, toca, esa es su cabeza (era muy suave), a partir de ahí todo fue pujar y hacer esfuerzo. Ya no sentía dolor, solo ganas de seguir pujando y de pronto, cuando más esfuerzo hice, ya estaba Ella afuera y comenzó a llorar... Entonces me la entregaron, la cargué pero no podía decirle gran cosa por más que me decían que le hablara, no sabía cómo hacerlo ni podía pensar en nada tampoco. Mi novio cortó el cordón, se la llevaron para hacerle su examen en lo que yo salía de la tina.
Luego me senté en una silla reclinable para que sacaran la placenta y vieran si no necesitaba suturas. En lo que el doctor lo hacía me dieron de nuevo a Sara Sofía para que la amamantara. El doctor dijo que no había habido desgarres y sólo necesité un punto de sutura que ni siquiera sentí porque estaba demasiado entretenida conociendo a mi hija (no hubo limpieza de cavidad, ya no es necesaria).
Finalmente me pasaron a la camilla y me dieron a mi bebé que durmió toda la noche mientras que nosotros prácticamente no dormimos por estar platicando toda la madrugada. 12 horas después de nuestra llegada nos fuimos. El parto duró menos de dos horas y estuvo muy bien.
–Clau–
Extraido de: http://kinestesia.blogspot.com/2005/05/parto-en-agua-esta-vez-desde-claudia.html